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LA FIEBRE AFTOSA Y SU CONTROL

La Fiebre Aftosa es una enfermedad viral, de gran difusibilidad, que se transmite por contacto directo entre animales susceptibles y por alimentación y contacto con productos infectados.

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Ataca a todas las especies animales de pezuña hendida. Las poblaciones ganaderas que la padecen disminuyen notablemente su productividad, presentándose una menor producción lechera, pérdida de peso del animal y llegando incluso, en casos extremos, a la muerte del animal. Es una enfermedad que afecta el comercio, pero no afecta a la salud pública.
La causa de la enfermedad es un virus, del cual existen varios tipos. Es factible de controlar, y el método más eficiente, consiste en la vacunación de toda la población ganadera. Sólo así se evita la presencia de focos de infección, desde los cuales se propaga la enfermedad a otras zonas haciéndose más difícil su control.
Algunos países europeos a principios del 2001, ante la presencia del flagelo de la fiebre aftosa, han tomado la decisión de aplicar la medida extrema del sacrificio de los animales, mediante el denominado "rifle sanitario" y el posterior depósito de los cadáveres en fosas comunes, incineración y entierro. En Argentina se optó por la vacunación masiva del Rodeo Nacional dos veces al año.

En cuanto a los síntomas, se inicia con un decaimiento general, pérdida de apetito y fiebre. Las lesiones en la boca, hacen frecuente la salivación (babeo). También produce dificultad para caminar (cojera de los animales), debido a las lesiones que causa el virus en las patas. Se forman vesículas especialmente en la lengua, hocico y encías que les impide comer adecuadamente. La mastitis o inflamación de la ubre es un complicación asociada y la disminución en la producción de leche, es drástica. El virus ocasiona lesiones en todo el tubo digestivo y como consecuencia, disminuye la absorción de nutrientes, se desperdicia el forraje y decrece la producción de carne. En los terneros, la mortalidad aumenta por las lesiones cardíacas que causa el virus.

fiebre-aftosa2Con respecto a los medios de transmisión, el virus se elimina por saliva, orina, moco intestinal y nasal y por el semen. Por todo ello la diseminación de la enfermedad entre el ganado, es rápida. Los equipos y las instalaciones son posibles fuentes de infección para otros animales. En estas condiciones, el mayor peligro para diseminar la enfermedad, está constituido por el movimiento de la hacienda entre establecimientos ganaderos vecinos o alejados.
El hombre que convive en los establecimientos ganaderos con los animales, sirve de factor de contagio, llevando el virus a otros lugares. También existe la denominada "transmisión mecánica" de la enfermedad, es decir, a través de diversos medios de transporte, por ejemplo: camiones de carga de animales, vehículos utilitarios utilizados para el traslado de personal, transporte público de pasajeros, vehículos particulares, maquinarias agrícolas, etc.

Igualmente importante se considera a aquel material orgánico factible de vehiculizar el virus a través de cargas portadas por los pasajeros o a través de la ropa y calzado de los mismos; o de aquellos residuos orgánicos provenientes de las comidas que se brindan a bordo de transportes terrestres, aéreos o marítimos. En estos casos, si no existiera por parte de los organismos de control sanitario, un sistema de prevención que permita el control, el decomiso y destrucción de ese material orgánico, esto se convertiría en una fuerte vía de infección o vía de ingreso no sólo de la Fiebre Aftosa, sino de otras enfermedades emergentes exóticas, incluso de aquellas que puedan afectar la salud pública, en zonas, regiones o países libres de la enfermedad.
Existen en el mundo, muchos ejemplos que al no tener implementadas medidas de control sanitario y tratamiento de los residuos orgánicos en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos, posibilitaron el ingreso de enfermedades exóticas tan o más importantes que la Fiebre Aftosa, afectando así las producciones agropecuarias, con un fuerte impacto negativo en lo social-económico con pérdidas de mercados regionales e internacionales

Avances del Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa en la Argentina

A manera de introducción, la aparición de la fiebre aftosa y la lucha por su eliminación en nuestro país tiene de más un siglo.
Desde la primera ley nacional Nº 3959 de Policía Sanitaria de los animales hasta fines de la década del ´80, fueron numerosos y reiterados los intentos, y si bien se lograron importantes avances, no pudo erradicarse el mal.
Es recién en el año 1986 con el lanzamiento de un plan piloto en el departamento Federación de la provincia de Entre Rios (Res. 533/86 SAGyP), que se logra un camino con resultados positivos; y es esta experiencia la que encabeza una metodología de eficiencia y eficacia en la tarea sanitaria desarrollada. Donde los viejos y tradicionales sistemas coercitivos y de controles no dieran los resultados esperados, la nueva estrategia con metodologías participativas y de concientización hacia el productor y la comunidad rural, con nuevos enfoques tecnológicos como son el reconocimiento de ecosistemas con comportamiento endémico de la enfermedad como mantenedores de la actividad viral en los rodeos del país y el uso de vacunas con mayor poder inmunológico, con intervención directa en la que el propio interesado organiza, financia y administra la lucha contra el flagelo, comenzaron a mostrar resultados alentadores. Se Se logra así. En el año 1999 la erradicación de la enfermedad del Rodeo Nacional. Al año siguiente por diversos errores cometidos, el virus ingresa nuevamente en nuestros animales y al encontrar la población bovina desprotegida, se disemina explosivamente por todo el territorio. En abril de 2001 se comenzó con un programa de control que permitirá limitar los efectos de la enfermedad sobre el comercio internacional y la producción agropecuaria, sentando las bases de un sistema de prevención que asegure que en el futuro, las probabilidades de ingreso de la enfermedad al país y posterior difusión, se minimicen.Con estos criterios se propone restaurar en el menor plazo posible, la credibilidad en el sistema de atención y certificación sanitaria y en la estructura y metodología de acción contra la aftosa. Se considera no sólo la experiencia generada por los aciertos y fracasos de los planes ejecutados en el pasado, sino también los aportes realizados por las misiones sanitarias de distintos países que nos han visitado. A nivel nacional, la extensión del territorio argentino, la variedad de ecosistemas, las formas e infraestructura productiva y las modalidades comerciales hicieron que la estrategia a adoptar para controlar la enfermedad varíe de una región a otra. Por tal motivo, se regionalizó el país en Mesopotamia, NOA, Cuyo, Patagonia Norte, Patagonia Sur y Región Central. Esto facilitó la implementación de estrategias sanitarias específicas y medidas de control de traslado de animales a fin de minimizar el riesgo de enfermedad. Dentro de las estrategias, se destaca el mantenimiento de la prohibición de vacunación al sur del Río Negro y en la Provincia de Neuquén, como así también el mantenimiento y refuerzo de la Barrera Sanitaria del Paralelo 42º, protegiendo con ello la región sur, comprendida por las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, considerada libre de Fiebre Aftosa, sin vacunación. En el resto del país, en las etapas previstas se continúa efectuando la vacunación sistemática del 100% del rodeo bovino. Asimismo se lleva adelante la consolidación de la estructura participativa de control y erradicación de la enfermedad, conformada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la Comisión Sudamericana de Lucha contra la Fiebre Aftosa (COSALFA), la Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA) y los entes competentes

VACUNACION AFTOSA;

METODOLOGIA:

En el Partido de Olavarria se realizan dos períodos de vacunación en el año en los que se vacunan todos los animales excepto vacas y toros en MARZO Y ABRIL y la totalidad de la hacienda en NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.
Las vacunaciones son realizadas por veterinarios matriculados , que se comprometen a efectuar las mismas personalmente. El productor programa la su vacunación con el veterinario responsable fijando día y hora del trabajo, la FUNSAGA autoriza la vacunación y suministra el inmonógeno necesario.
Se utiliza vacuna con adyuvante oleoso de largo período de inmunidad en los bovinos. El único Laboratorio proveedor de la vacuna es Biogénesis-Bagó. La FUNSAGA se responsabiliza de la vacuna desde la salida del laboratorio hasta la entrega al veterinario usuario. Los mismos son los responsables de mantener la cadena de frío hasta su utilización.
El almacenamiento de la vacuna se realiza en cámaras refrigerantes manteniendo la temperatura de 4 a 8 ºC.
La dosis a aplicar es de 2ml a todas las categorías por via intramuscular profunda o subcutanea en la tabla del cuello.
El veterinario confecciona una Acta de vacunación por triplicado con el objeto de identificar la propiedad y el propietario del ganado bovino, mantener el censo de la población animal y llevar el registro de las vacunaciones.
El costo administrativo por parte de la fundación, así como el costo de los honorarios de los veterinarios es fijado por la Fundación